Todo Mal Club

TODO MAL CLUB nace entre guitarras desafinadas, notas de voz a deshoras y conversaciones eternas tras conciertos. Lo forman Marta (voz), Carlos (bajo), Xavi (guitarra) y Patricia (batería), cuatro amigos de Mallorca que se conocieron saltando de escenario en escenario durante veranos eternos de festivales. Lo que empezó como una broma sobre montar “la banda a la que siempre nos hubiera gustado poguear”, acabó convertido en un proyecto que mezcla rock eléctrico, bases urbanas, electrónica desgastada y letras que bailan entre la melancolía, la rabia y el amor sin filtro.

Su sonido nace del contraste: riffs potentes con beats bailables, coros coreables con frases que escuecen. En el universo de TODO MAL CLUB, puedes gritar contra la precariedad emocional mientras te echas un perreo existencial.

En directo, son una tormenta. No creen en los shows perfectos, sino en el sudor compartido. Cada concierto es una invitación a entrar en el club de los que sienten demasiado, bailan como si no hubiera mañana, y saben que decir “todo mal” es también una forma de seguir adelante.

Su primer disco, “La Chica del Pogo”, es una carta de presentación tan sucia y honesta como sus zapatillas tras un pogo real. Un álbum donde cada canción tiene nombre de cicatriz o de despedida a medias.

Porque TODO MAL CLUB no es solo una banda. Es una forma de estar en el mundo.”

LO QUE MÁS NOS CARACTERIZA

“TODO MAL CLUB bebe del rock alternativo, el electropop sucio, los himnos de amor torcido y la electrónica emocional. Su sonido está moldeado por bandas como Belako, Zahara, Viva Suecia, León Benavente, Arde Bogotá, Natalia Lacunza o Sen Senra, mezclando actitud con melodía y ruido con ritmo.

Pero también hay ecos de los 2000, de los afters raros, del trap existencial y de la música que suena cuando todo parece ir mal pero te pides otra copa igual.”

CANCIONES

1. Jaulas de marzo