No hay verano sin calas
¿Eres de los que piensa que ya conoce todas las playas de Benidorm? Pues te contamos calas donde perderte y descubrir el Mar Mediterráneo.
Al contrario de lo que se suele pensar, Benidorm no es solo grandes playas de arena fina, sino que tiene también espacios mucho más íntimos y no tan conocidos: hablamos de las calas de Benidorm, espacios de alto valor paisajístico e inmensa belleza.

Cala del Tío Ximo
Situada en el extremo norte de la ciudad, y formada por arena y rocas, es una de las calas de Benidorm mas naturales.
La convierte en un espacio ideal para hacer buceo y descubrir el increíble fondo marino del Mediterráneo o desconectar en plena naturaleza.
Sus apenas 60 metros la convierten en una de las joyas de la corona de la ciudad. Eso sí, te recomendamos que madrugues para encontrar tu hueco y que vayáis preparadxs: zapatillas cómodas o cangrejeras y pocos bultos.
Cala de La Almadrava
Se encuentra muy cerquita de la Cala del Tio Ximo (a los pies de la Sierra Helada). Su mezcla de arena fina y rocas la convierten en una visita imprescindible si lo que buscas es relax y naturaleza.
Si te alojas en el Rincón de Loix, vas a tener ambas calas muy cerca así que aprovecha y disfruta de la esencia más pura del Mediterráneo. Además, si te gusta bucear, prepara las gafas porque descubrirás una fauna y flora acuática que, seguro, no te esperabas.


Cala del Mal Pas
Seguro que te has asomado mil veces paseando por la ciudad, pero pocos conocen su nombre. De arena fina y de tacto agradable, urbana pero con un toque íntimo muy especial. Esta cala está situada entre la Playa de Levante y la Playa de Poniente, justo debajo del acantilado del Mirador de Benidorm.
A pesar de ser pequeña y no estar muy concurrida, tiene todas las prestaciones básicas de una playa grande (hamacas, agua para los pies y vigilancia), así que es perfecta para refrescarse y descansar de las noches de Low Festival.
Y si tienes suerte, podrás disfrutar de los showcases y actuaciones musicales que se celebran durante los fines de semana. En definitiva, ¡otra de las joyas del Mediterráneo!.

Cala Mascarat (Altea)
Si quieres recorrer los alrededores, a tan solo 20 minutos de Benidorm, en Altea y dentro del parque natural de la Sierra Helada, se encuentra esta cala rodeada de pequeños cantos rodados, ¡perfecta si no te gusta la arena!
Con todas las comodidades (aparcamiento, chiringuito, vigilancia…) es perfecta para practicar el buceo, porque encontrarás debajo de sus aguas cristalinas, un fondo marino sorprendente. ¡Atrévete a descubrirlo!

Cala de Finestrat (Finestrat)
A tan solo 10 minutos del centro de Benidorm, situada al final de la playa de Poniente, en Finestrat, se encuentra esta cala con un horizonte muy especial: el skyline de Benidorm.
Es un espacio muy tranquilo, de poco oleaje y con un acceso sencillo, a solo un paso de la ciudad. ¿Lo mejor? Al ser una playa urbana nos brinda la opción de comer en los bares y restaurantes cercanos, y dejar nuestro coche en el aparcamiento de la propia cala.
En definitiva, se trata de una cala con mucho encanto para desconectar de la ciudad.
Cala del Bol Nou (Villajoyosa)
Spoiler: en plena temporada alta tendrás que llegar con tiempo. Muy cerquita de Benidorm, en Villajoyosa, nos encontramos con esta cala de arena y gravilla, cuyo sonido de las olas nos mece y nos transporta al mejor verano de nuestras vidas.
Cerrada por ambos lados por espectaculares acantilados, podrás disfrutar de un baño tranquilo, tomarte algo en su chiringuito o descubrir el entorno de rocas y pequeñas zonas de descanso .
